<\/span><\/h3>\nLa industria textil abarca la fabricaci\u00f3n de hilo y tela, as\u00ed como los productos hechos de estos materiales. En los Estados Unidos, como en Europa, comenz\u00f3 como una industria artesanal compuesta por personas que hilaban y tej\u00edan telas en sus casas o en peque\u00f1os talleres. A finales del siglo XVIII la industria textil estadounidense fue revolucionada por Samuel Slater (1768-1835), un trabajador textil brit\u00e1nico que emigr\u00f3 a los Estados Unidos en 1789. Al a\u00f1o siguiente, en Rhode Island, construy\u00f3 la primera m\u00e1quina de hilar con agua que convirti\u00f3 el algod\u00f3n en hilo. Slater tambi\u00e9n emple\u00f3 el sistema de f\u00e1bricas, que hab\u00eda sido ideado en Gran Breta\u00f1a. Los bienes se produc\u00edan en masa con maquinaria motorizada, y cada trabajador se centraba en una parte concreta del proceso de fabricaci\u00f3n en lugar de crear el producto completo. Estos cambios ayudaron a los Estados Unidos a evolucionar de una sociedad agraria a una naci\u00f3n industrial, dando lugar a la primera Revoluci\u00f3n Industrial Americana (1790-1860). La producci\u00f3n textil sigui\u00f3 siendo una parte importante del sector manufacturero de los Estados Unidos hasta finales del siglo XX, cuando las importaciones de bajo costo de China y otros pa\u00edses disminuyeron la rentabilidad de la producci\u00f3n nacional. A principios del siglo XXI, muchas empresas textiles con sede en los Estados Unidos hab\u00edan cerrado sus puertas definitivamente o hab\u00edan trasladado su producci\u00f3n al extranjero para aprovechar la mano de obra barata.<\/p>\n
A principios del siglo XVIII, Gran Breta\u00f1a experiment\u00f3 su primera revoluci\u00f3n industrial. Desarroll\u00f3 una maquinaria eficiente y un sistema de f\u00e1bricas que le permiti\u00f3 producir en masa bienes de consumo, como armas y textiles. Queriendo proteger su ventaja industrial, Gran Breta\u00f1a prohibi\u00f3 la exportaci\u00f3n de esta tecnolog\u00eda a otros pa\u00edses, y prohibi\u00f3 la emigraci\u00f3n de los trabajadores textiles. En 1789, Slater, disfrazado de granjero, naveg\u00f3 a los Estados Unidos. Encontr\u00f3 trabajo con el fabricante textil estadounidense Moses Brown (1738-1836), quien lo contrat\u00f3 para construir m\u00e1quinas de hilar basadas en el modelo Arkwright, una m\u00e1quina accionada por agua inventada en el siglo XVIII por el ingl\u00e9s Richard Arkwright (1732-92). En 1790 Slater complet\u00f3 la construcci\u00f3n de la primera m\u00e1quina de hilar exitosa en los Estados Unidos y, con el respaldo de Brown, abri\u00f3 un molino de algod\u00f3n en Pawtucket, Rhode Island. El negocio floreci\u00f3 y construy\u00f3 un molino adicional en Rhode Island, as\u00ed como otros en Massachusetts y Connecticut.<\/p>\n
Cuando Slater abri\u00f3 su primer molino, adopt\u00f3 el sistema de f\u00e1bricas brit\u00e1nico, pero no pudo persuadir a los granjeros de la zona para que trabajaran en la f\u00e1brica. En su lugar, los primeros empleados de Slater fueron ni\u00f1os, a menudo de tan s\u00f3lo siete u ocho a\u00f1os, que ganaban tan s\u00f3lo 25 centavos por semana. Todos los salarios iban directamente al cabeza de familia. A medida que las familias empezaron a depender de los ingresos de sus hijos, muchos se acercaron a la f\u00e1brica. Slater construy\u00f3 aldeas alrededor de los molinos para albergar a las familias y estableci\u00f3 un sistema de trabajo basado en el g\u00e9nero y la edad. Una vez que las familias de los trabajadores se establecieron en las aldeas del molino, los propietarios ten\u00edan generalmente garantizado un suministro constante de trabajadores. Esto se conoci\u00f3 como el sistema de Slater, o Rhode Island. Cientos de fabricantes en toda Nueva Inglaterra y los estados del Atl\u00e1ntico Medio siguieron el ejemplo y el modo de operaci\u00f3n de Slater.<\/p>\n
A medida que la tecnolog\u00eda avanzaba a principios del siglo XIX, otra forma de f\u00e1brica, conocida como el sistema Lowell, surgi\u00f3 dentro de la industria textil. En 1813, el industrial estadounidense Francis Cabot Lowell (1775-1817) introdujo el uso de telares de agua en su Compa\u00f1\u00eda Manufacturera de Boston en Waltham, Massachusetts. Creado en 1785 por el ministro, poeta e inventor brit\u00e1nico Edmund Cartwright (1743-1823), el telar mec\u00e1nico automatiz\u00f3 el proceso de tejido, que antes deb\u00eda ser subcontratado a tejedores individuales que trabajaban desde sus casas. La implementaci\u00f3n de Lowell del telar mec\u00e1nico en sus f\u00e1bricas centraliz\u00f3 el hilado y el tejido de
\ntela bajo un mismo techo. La mayor\u00eda de los empleados que trabajaban en los telares eran mujeres j\u00f3venes solteras; demostraron ser m\u00e1s capaces de manejar las m\u00e1quinas complicadas que los ni\u00f1os. Las mujeres viv\u00edan a menudo en pensiones construidas por la empresa. Debido a la naturaleza incorporada y en gran escala de estas empresas, que a menudo se caracterizan por una gesti\u00f3n profesional (en contraposici\u00f3n a un propietario-administrador del molino), los historiadores han calificado t\u00edpicamente al sistema Lowell como la primera forma de gran empresa en los Estados Unidos. Dado que las f\u00e1bricas de Lowell pod\u00edan producir m\u00e1s que las f\u00e1bricas m\u00e1s peque\u00f1as que funcionaban con el sistema Slater, los empleados de Lowell ganaban casi 50 centavos por d\u00eda, mientras que las mujeres y ni\u00f1as empleadas en otras f\u00e1bricas de toda Nueva Inglaterra, en particular en Rhode Island, ganaban aproximadamente 33 centavos por d\u00eda.<\/p>\n
En 1829, Gran Breta\u00f1a prohibi\u00f3 a los Estados Unidos comerciar con las colonias brit\u00e1nicas del Caribe. Esto redujo las exportaciones estadounidenses al extranjero y perjudic\u00f3 a muchos de los sectores industriales del pa\u00eds, lo que contribuy\u00f3 a una recesi\u00f3n econ\u00f3mica general. La industria textil respondi\u00f3 a la disminuci\u00f3n de los beneficios recortando los salarios de los empleados. En 1834, despu\u00e9s de experimentar una reducci\u00f3n salarial del 25 por ciento, m\u00e1s de 800 mujeres j\u00f3venes de las f\u00e1bricas de Lowell se declararon en huelga.<\/p>\n
Esta fue una de las primeras formas de acci\u00f3n colectiva de los trabajadores industriales. En respuesta, los propietarios de los molinos contrataron a trabajadores franceses, canadienses, italianos e irlandeses para reemplazar la fuerza laboral nativa. Las disputas entre la mano de obra y la direcci\u00f3n por el empleo de trabajadores inmigrantes dieron lugar a m\u00e1s huelgas y disturbios durante la d\u00e9cada de 1840. Estas condiciones, combinadas con la depresi\u00f3n econ\u00f3mica de 1836-44, debilitaron la industria textil estadounidense, y la mano de obra obtuvo pocas victorias durante estos a\u00f1os.
\nDurante gran parte del siglo XIX el noreste fue el centro de la producci\u00f3n textil estadounidense; la producci\u00f3n de algod\u00f3n, lana, lino e hilo en esta zona aument\u00f3 de forma constante durante d\u00e9cadas. En la d\u00e9cada de 1880, sin embargo, los molinos de algod\u00f3n se convirtieron en el s\u00edmbolo del Nuevo Sur, y surgieron pueblos de molinos en la regi\u00f3n del Piamonte, desde Virginia hasta Georgia y hasta Alabama. Los propietarios de los molinos de textiles en Nueva Inglaterra comenzaron a establecer lugares en el Sur para aprovechar las ventajas de tener menos leyes laborales y una mano de obra m\u00e1s barata. Las peque\u00f1as empresas se centraron en la producci\u00f3n en peque\u00f1a escala y en las pr\u00e1cticas paternalistas de los propietarios, de forma similar al enfoque utilizado por Slater a\u00f1os antes. Los agentes y superintendentes de los molinos controlaban estas ciudades molineras del Sur, y la empresa proporcionaba empleos, casas, alimentos, ropa y bienes. La fuerza de trabajo, que era en su mayor\u00eda blanca, era extra\u00edda del campo, y las condiciones eran duras. En los decenios de 1880 y 1890 se hicieron intentos de organizar a los trabajadores de las f\u00e1bricas del Sur, pero las huelgas fueron ineficaces debido a las condiciones generalmente malas de la econom\u00eda nacional.<\/p>\n
A principios del siglo XX las condiciones de la industria textil segu\u00edan siendo precarias, sobre todo en el Norte. En 1912 y 1913 los Trabajadores Industriales del Mundo (IWW) -que estaba compuesto por trabajadores textiles y otros trabajadores de f\u00e1bricas- organizaron grandes huelgas en Patterson, Nueva Jersey, y Lawrence, Massachusetts. Sin embargo, la mano de obra no pudo tener un impacto importante: si la mano de obra crec\u00eda demasiado en un \u00e1rea, los molinos simplemente se trasladaban a otro lugar con mano de obra m\u00e1s barata. La introducci\u00f3n de fibras sint\u00e9ticas como el nylon y el ray\u00f3n tambi\u00e9n afect\u00f3 a la industria, ya que los dise\u00f1adores de moda -y en \u00faltima instancia los consumidores- comenzaron a elegir estas nuevas telas m\u00e1s baratas para su ropa y otros textiles. Adem\u00e1s, hab\u00eda una creciente competencia internacional, especialmente de Jap\u00f3n. Muchos fabricantes estadounidenses respondieron cerrando la producci\u00f3n o traslad\u00e1ndose al sur. En la d\u00e9cada de 1920, las ciudades textiles de Nueva Inglaterra hab\u00edan ca\u00eddo en una depresi\u00f3n.<\/p>\n
El colapso econ\u00f3mico de los Estados Unidos conocido como la Gran Depresi\u00f3n (1929-39) elimin\u00f3 efectivamente la industria textil de un lugar central en la manufactura de los Estados Unidos. Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-45) la industria experiment\u00f3 un breve impulso en las ganancias a medida que aumentaba la necesidad de producci\u00f3n nacional de bienes relacionados con el esfuerzo b\u00e9lico, incluyendo paraca\u00eddas, redes y uniformes. Surgieron nuevos molinos para llenar el vac\u00edo dejado por los que hab\u00edan cerrado, y los molinos existentes pudieron contratar m\u00e1s trabajadores. Sin embargo, una vez finalizada la guerra, la industria reanud\u00f3 su declive. Entre 1950 y 1960, m\u00e1s de 400.000 trabajadores textiles perdieron sus empleos, y casi 700 f\u00e1bricas textiles estadounidenses cerraron. La disponibilidad de importaciones baratas comenz\u00f3 a reemplazar la fabricaci\u00f3n textil nacional. En 1973 m\u00e1s de 2,4 millones de personas estaban empleadas en la industria textil y del vestido; 10 a\u00f1os m\u00e1s tarde el n\u00famero hab\u00eda disminuido a menos de 2 millones. La industria textil pudo seguir siendo un actor en el sector manufacturero del Sur durante la d\u00e9cada de 1980, cuando casi el 75 por ciento de los trabajadores textiles de los Estados Unidos estaban empleados en Virginia, Carolina del Norte, Georgia, Alabama, Misisip\u00ed y Carolina del Sur.
\nA finales del decenio de 1980 y principios del de 1990, en un esfuerzo por combatir la importaci\u00f3n de textiles extranjeros y proteger la producci\u00f3n nacional, los fabricantes de textiles presionaron al gobierno para que estableciera controles de importaci\u00f3n m\u00e1s estrictos. El Congreso de los Estados Unidos aprob\u00f3 varios proyectos de ley de restricci\u00f3n de las importaciones de textiles, pero tanto el Presidente Ronald Reagan (en el cargo de 1981 a 1989) como George H. W. Bush (en el cargo de 1989 a 1993) vetaron los proyectos de ley porque dicha legislaci\u00f3n estaba en conflicto con la pol\u00edtica de larga data de la naci\u00f3n de reducir las barreras comerciales mundiales. A finales de los a\u00f1os noventa, el n\u00famero de trabajadores del sector textil y de la confecci\u00f3n hab\u00eda descendido por debajo de 1,5 millones a medida que se cerraban m\u00e1s f\u00e1bricas. Muchas f\u00e1bricas textiles que luchaban por sobrevivir hab\u00edan comenzado a subcontratar la producci\u00f3n a pa\u00edses como M\u00e9xico, Pakist\u00e1n y China, todos los cuales ten\u00edan menos leyes laborales y una mano de obra m\u00e1s barata. A principios del siglo XXI, las importaciones baratas y la globalizaci\u00f3n siguieron desplazando a los textiles producidos en los Estados Unidos. Para 2012 menos de 400.000 personas trabajaban en la industria, y la mayor\u00eda de las f\u00e1bricas de los Estados Unidos fueron cerradas.<\/p>\n
Revisor de hechos: Black<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"
Historia de la Industria Textil Historia de la Industria Textil en Am\u00e9rica La industria de la moda se encarga del dise\u00f1o, la fabricaci\u00f3n y la venta de ropa, calzado y accesorios, as\u00ed como de la producci\u00f3n de materias primas (textiles). Comenz\u00f3 en los Estados Unidos a mediados del siglo XIX con el surgimiento del sistema […]<\/p>\n","protected":false},"author":105,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[64,7],"tags":[40,133],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/sectores.chamberly.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2634"}],"collection":[{"href":"https:\/\/sectores.chamberly.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/sectores.chamberly.org\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/sectores.chamberly.org\/wp-json\/wp\/v2\/users\/105"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/sectores.chamberly.org\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=2634"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/sectores.chamberly.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2634\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":4762,"href":"https:\/\/sectores.chamberly.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2634\/revisions\/4762"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/sectores.chamberly.org\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=2634"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/sectores.chamberly.org\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=2634"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/sectores.chamberly.org\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=2634"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}