<\/span><\/h3>\nEn las historias del cine que tratan la transici\u00f3n del cine mudo al sonoro, de lo que se trata realmente, como nos recuerda Rick Altman en 1980, es de la capacidad de sincronizar el sonido de la voz humana con la imagen del actor que se ve en la pantalla. El trabajo de Altman y Doane, junto con el de Michel Chion en Francia, ha sido esencial para establecer los t\u00e9rminos de la investigaci\u00f3n y el debate sobre el papel de la voz en el cine. Mientras Doane habla en 1985 de la \u00absubordinaci\u00f3n\u00bb de la voz a la pantalla que \u00abhace que la visi\u00f3n y el o\u00eddo trabajen juntos en la fabricaci\u00f3n de la alucinaci\u00f3n de un mundo plenamente sensorial\u00bb, Altman invierte la ecuaci\u00f3n, defendiendo la prioridad del sonido vocal sobre la imagen. En su insistencia en asignar la voz a un cuerpo -a los labios en movimiento de un orador- el cine realiza un acto de ventriloquia: \u00abapuntar la c\u00e1mara hacia el orador disfraza la fuente de las palabras, disimulando el trabajo de producci\u00f3n y tecnolog\u00eda\u00bb y ocultando el hecho de que son las palabras y el lenguaje los que est\u00e1n en el origen del mundo retratado en la pantalla. Aunque tal vez no sea el objetivo principal de estos primeros escritos, el g\u00e9nero pronto lleg\u00f3 a desempe\u00f1ar un papel importante en los intentos de desentra\u00f1ar las relaciones no s\u00f3lo entre el sonido y la imagen, sino tambi\u00e9n entre la voz, el lenguaje, el cuerpo y la tecnolog\u00eda.<\/p>\n
En Echo and Narcissus, el estudio de Amy Lawrence de 1991 sobre las voces femeninas en el cine cl\u00e1sico de Hollywood, propone un marco que resulta \u00fatil para nuestro an\u00e1lisis de los trabajos m\u00e1s importantes sobre el tema. En \u00e9l distingue tres aspectos distintos pero superpuestos de la voz femenina: el primero relativo a la reproducci\u00f3n de la voz por medio de la tecnolog\u00eda cinematogr\u00e1fica\/sonora; el segundo sobre la relaci\u00f3n de la mujer con el lenguaje y el discurso verbal; y el tercero que tiene que ver con su acceso a la autoexpresi\u00f3n y la autoridad discursiva. El estudio de Lawrence comienza con una investigaci\u00f3n de la historia precinematogr\u00e1fica de la grabaci\u00f3n de sonido, los or\u00edgenes de una \u00abideolog\u00eda de la voz\u00bb que, seg\u00fan ella, tambi\u00e9n ha dado forma al tratamiento de la voz femenina en el cine. Identifica una preocupaci\u00f3n recurrente en los documentos que trazan el desarrollo comercial de la tecnolog\u00eda del sonido en la fonograf\u00eda, la radio y el cine sonoro con el \u00ab‘problema’ de grabar, transmitir o reproducir las voces de las mujeres\u00bb. Lejos de ser una tecnolog\u00eda \u00abneutral\u00bb, argumenta, la grabaci\u00f3n de sonido se bas\u00f3 desde el principio en la capacidad de grabar y reproducir la voz masculina, y las voces de las mujeres se consideraban (o se o\u00edan) deficientes, \u00abnaturalmente\u00bb menos potentes, agudas y menos agradables al o\u00eddo. Lawrence contrasta las respuestas negativas a las grabaciones de la voz de las mujeres con la aceptaci\u00f3n generalizada de la voz femenina. Una mujer que habla, en contraste con una mujer que canta, reivindica su posici\u00f3n de autoridad y se percibe como una amenaza a las normas y jerarqu\u00edas de g\u00e9nero establecidas. De ah\u00ed el subtexto de las pel\u00edculas cl\u00e1sicas de Hollywood de los a\u00f1os 40 analizadas por Lawrence en su \u00e9nfasis en las voces de las mujeres como principal \u00abfuente de ansiedad textual\u00bb. En pel\u00edculas como Chantaje (Alfred Hitchcock, 1929), Notorious (Alfred Hitchcock, 1946) y Lo siento, n\u00famero equivocado (Anatole Litvak, 1948), argumenta, los productos materiales y las pr\u00e1cticas de la tecnolog\u00eda del sonido y la grabaci\u00f3n, \u00ab[l]os tel\u00e9fonos, los fon\u00f3grafos, la voz en off y el doblaje\u00bb, pasan a primer plano como medios para \u00absilenciar a las mujeres y restaurar la primac\u00eda del patriarcado y la imagen\u00bb.<\/p>\n
Si Lawrence se centra en los usos de la tecnolog\u00eda del sonido en el intento de negar la voz a los personajes femeninos, Kaja Silverman, en The Acoustic Mirror, toma como punto de partida la ausencia e imposibilidad de la voz femenina, en el sentido de un punto de vista independiente o autorizado. En el cine cl\u00e1sico de Hollywood, escribe en 1988, que las palabras de las mujeres se muestran a\u00fan menos propias que sus \u00abmiradas\u00bb. Est\u00e1n, se\u00f1ala, \u00abescritas para ella, extra\u00eddas de ella por una agencia externa, o pronunciadas por ella en un estado de trance. Su voz tambi\u00e9n revela una notable facilidad para el autodesprecio y la autoinculpaci\u00f3n.\u2009… Incluso cuando habla sin coacci\u00f3n, siempre lo hace desde el lugar del otro sexual.\u00bb<\/p>\n
Silverman asume efectivamente el papel subordinado del sonido, tal y como se manifiesta en la voz femenina, retratada aqu\u00ed no s\u00f3lo al servicio de la ilusi\u00f3n f\u00edlmica, sino como \u00abun fetiche dentro del cine dominante, que sustituye y cubre lo indecible dentro de la subjetividad masculina\u00bb. Con un enfoque situado directamente en el paradigma psicoanal\u00edtico (el subt\u00edtulo subraya el predominio del enfoque en \u00abLa voz femenina en el psicoan\u00e1lisis y el cine\u00bb), el libro describe el papel del sonido y la voz como limitado a actuar como un eco o \u00abespejo ac\u00fastico\u00bb de la mirada masculina estructuradora. En lugar de ofrecer una alternativa al relato de la producci\u00f3n y la recepci\u00f3n del cine centrado en la visi\u00f3n, el estudio de Silverman redobla los t\u00e9rminos de los binarios sonido\/imagen, proximidad\/distancia, objeto\/sujeto, pasivo\/activo, femenino\/masculino que definen el modelo. As\u00ed, se dice que la voz masculina aspira a los atributos de \u00abinvisibilidad y anonimato\u00bb que caracterizan al aparato cinematogr\u00e1fico, mientras que la voz femenina se identifica con un \u00abespect\u00e1culo y el cuerpo\u00bb objetivados. El sonido sincronizado, la concordancia de la voz con el cuerpo en la banda sonora de Hollywood, funciona para engendrar \u00abun complejo sistema de desplazamientos que sit\u00faa la voz masculina en el punto de origen textual aparente, mientras establece la contenci\u00f3n dieg\u00e9tica de la voz femenina\u00bb.<\/p>\n
La m\u00e1xima demostraci\u00f3n de esta oposici\u00f3n entre sujeto y objeto, poder e impotencia, se encuentra en el \u00e9nfasis en el uso de la voz en off o voice-over, como prerrogativa identificada casi exclusivamente con lo masculino, se\u00f1alando que la voz en off es \u00abprivilegiada en la medida en que trasciende el cuerpo. A la inversa, pierde poder y autoridad con cada invasi\u00f3n corporal.\u2009… Pascal Bonitzer describe la encarnaci\u00f3n de la voz\u00bb en t\u00e9rminos de envejecimiento y muerte, se\u00f1alando que tan pronto como se revela su fuente, se vuelve \u00abdecr\u00e9pita\u00bb y \u00abmortal\u00bb.<\/p>\n
En su estudio de 2006, Into the Vortex: Female Voice and Paradox in Film, Brita Sjogren subraya el persistente sesgo visual en trabajos como el de Silverman, encontrando que esta \u00faltima va m\u00e1s lejos que incluso Mulvey en su insistencia en alinear la subjetividad con una visi\u00f3n centrada en el hombre planteada como \u00absin cuerpo\u00bb, \u00abimaginaria\/visual\u00bb y \u00abdistanciada\u00bb, un escenario que considera \u00abpoco probable que d\u00e9 cuenta de la experiencia de la subjetividad femenina, o del efecto o la experiencia del registro ac\u00fastico del cine\u00bb. Un enfoque compartido por Sjogren y Lawrence que captar\u00eda mejor la experiencia del sonido cinematogr\u00e1fico, y de la voz en particular, como fen\u00f3meno sensorial, se centra en la naturaleza de la interpretaci\u00f3n vocal, tanto hablada como escuchada. En contraposici\u00f3n a Silverman, la lectura de Sjogren de la voz en off femenina (ella prefiere el t\u00e9rmino voice-off) examina las escenas finales de Letter from an Unknown Woman, en las que la voz de Lisa \u00abdice\u00bb las palabras de la carta le\u00edda por Stefan. En ese momento de la pel\u00edcula, para \u00e9l, \u00abla voz de Lisa es desconocida y an\u00f3nima, tal como el t\u00edtulo nos prepara para encontrarla. Magnificada, l\u00edrica e invisible.\u2009… [l]a calidad de su voz aqu\u00ed es al menos tan notable como las palabras\u00bb. De hecho, a pesar de sus diferentes conclusiones, muchos de estos autores reconocen la ineludible dualidad de la voz, como intersecci\u00f3n entre cuerpo y lenguaje. A pesar de su paso por el proceso de reproducci\u00f3n mec\u00e1nica, la voz grabada conserva sus huellas corp\u00f3reas, una textura discernible que lleva \u00abla materialidad del cuerpo hablando su lengua materna\u00bb. Mientras que Silverman describe las huellas particularizadas de la actuaci\u00f3n individual – \u00aben forma de acento, impedimento del habla, timbre o ‘grano'\u00bb- como una \u00abinmersi\u00f3n\u00bb de la voz en el cuerpo, distante de la producci\u00f3n de significado, Lawrence lee estos mismos marcadores distintivos como una fuente de poder autoral en el caso de la narradora adulta Scout, a la que pone voz Kim Stanley, en Matar a un ruise\u00f1or. Insistiendo en que \u00abes la voz en el sonido lo que hace que el di\u00e1logo sea importante\u00bb, afirma que la \u00abvoz espec\u00edficamente regional, femenina, encarnada, de Stanley en la banda sonora llena el vac\u00edo de las palabras-como-lenguaje con un definido placer sensual.\u2009… [El] centro, la enunciaci\u00f3n y el timbre vocal… llaman la atenci\u00f3n sobre el espacio fuera del lenguaje y nos devuelven al cuerpo -aqu\u00ed, innegablemente, el cuerpo de una mujer\u00bb, enriqueciendo y afirmando as\u00ed la autoridad de la voz de la mujer en la pel\u00edcula.<\/p>\n
Esta atenci\u00f3n a lo que podr\u00edamos llamar la fenomenolog\u00eda de la voz en el cine ha cobrado vigencia en el trabajo de Martin Shingler y otros que se mover\u00edan m\u00e1s all\u00e1 de los enfoques psicoanal\u00edticos, citando los llamamientos de Altman de 1992, hacia unos estudios del sonido cinematogr\u00e1fico m\u00e1s fundamentados hist\u00f3ricamente y basados en \u00aban\u00e1lisis minuciosos de pel\u00edculas concretas en lugar de en especulaciones ontol\u00f3gicas que presumen de cubrir todas las pr\u00e1cticas posibles\u00bb. El art\u00edculo de Shingler de 2006 comienza con un an\u00e1lisis del distintivo estilo vocal de Bette Davis en All About Eve (Joseph A. Mankiewicz, 1950) en el que se detalla el timbre (\u00abfirme y constante, resonancia profunda de la garganta, ronca [no chillona]\u00bb), el acento y la inflexi\u00f3n (\u00ableve arrastre, sarc\u00e1stico\u00bb) y el ritmo y la entonaci\u00f3n (\u00abpronunciaci\u00f3n recortada, ritmo entrecortado, punzante y percusivo\u00bb), consider\u00e1ndolo \u00abtotalmente irreal, totalmente teatral, pero convincente\u00bb. La interpretaci\u00f3n de Davis, concluye, \u00abpuede que no sea naturalista, pero es cre\u00edble, placentera y ciertamente dram\u00e1tica.\u2009… y representa simult\u00e1neamente uno de los puntos \u00e1lgidos de la pel\u00edcula, de la carrera cinematogr\u00e1fica de Bette Davis y del cine cl\u00e1sico de Hollywood\u00bb.<\/p>\n
Muchos cr\u00edticos (y el p\u00fablico) han se\u00f1alado la importancia de las voces distintivas en la creaci\u00f3n de \u00abpersonalidades cinematogr\u00e1ficas\u00bb financiables y el establecimiento de sistemas de estrellas en Hollywood y en otros lugares. Es revelador que muchas de las voces estelares m\u00e1s reconocidas se aparten notablemente de los estereotipos vocales de g\u00e9nero. David Bromwich ha llamado la atenci\u00f3n sobre el \u00abtoque caracter\u00edstico\u00bb de Jimmy Stewart, en su uso de una voz suave y m\u00e1s aguda y su tartamudeo, a menudo desplegado en escenas \u00edntimas con mujeres. Tanto Silverman como Lawrence se\u00f1alan las voces bajas y roncas de estrellas femeninas de los a\u00f1os 30 y 40, aunque sacan conclusiones opuestas sobre sus efectos. Mientras que Silverman en 1998 considera que el \u00abexceso\u00bb vocal que supone la alineaci\u00f3n de una voz de sonido masculino con un cuerpo femenino, confiere \u00abun estatus privilegiado tanto respecto al lenguaje como a la sexualidad\u00bb, Lawrence considera en 1991 que esas voces \u00abson especialmente aptas para ser fetichizadas y, por tanto, controladas\u00bb. Al escribir sobre el papel de la voz en la screwball comedy, Sarah Kozloff se\u00f1ala la importancia de las voces que eluden las convenciones de g\u00e9nero, se\u00f1alando que las estrellas femeninas de mayor \u00e9xito del g\u00e9nero, como Katharine Hepburn, Barbara Stanwyck, Carol Lombard o Claudette Colbert, ejercen un control virtuoso sobre voces que \u00abno son convencionalmente bonitas -es decir, suaves y melodiosas-, sino que tienen filo, quiz\u00e1s aspereza\u00bb. Por su parte, Erica Carter nos recuerda que la implicaci\u00f3n de las voces y los cuerpos en el cine no se limita a los actores. Al describir los efectos de las ricas voces de contralto de estrellas como Dietrich y Sarah Leander en los espectadores\/oyentes, evoca su cualidad andr\u00f3gina, \u00abtrascendente y l\u00edquida\u00bb, que \u00abviaja por el auditorio de una sala de cine y resuena a trav\u00e9s de los cuerpos del p\u00fablico\u00bb.<\/p>\n
Tal comprensi\u00f3n de la naturaleza del sonido, tambi\u00e9n articulada por Sjogren, como un \u00abprimo m\u00e1s cercano a los ‘sentidos del contacto’ que la vista, ya que penetra en el o\u00eddo, activa el t\u00edmpano, habita en el cuerpo\u00bb, nos lleva a un modelo alternativo de la experiencia cinematogr\u00e1fica propuesto en las teor\u00edas del cine h\u00e1ptico y de la espectatoriedad encarnada. En esta concepci\u00f3n, una pel\u00edcula se recibe no s\u00f3lo por el ojo (y el o\u00eddo), \u00abno s\u00f3lo por un acto intelectual sino por la compleja percepci\u00f3n del cuerpo en su conjunto\u00bb. En consonancia con una cr\u00edtica m\u00e1s amplia de una ideolog\u00eda ocularc\u00e9ntrica de lo visible, el enfoque en el sonido y el cuerpo desaf\u00eda el \u00abmito\u00bb del espectador trascendente y distante \u00abcentrado\u00bb por la mirada voyeurista. En su lugar, se erige una noci\u00f3n de la percepci\u00f3n cinematogr\u00e1fica que se produce a trav\u00e9s de \u00abm\u00faltiples espacialidades\u00bb dentro de un continuo en el que \u00abla oposici\u00f3n entre objeto y sujeto, dentro y fuera, aqu\u00ed y all\u00ed coinciden en vigorosa simultaneidad\u00bb. Aunque Laura Marks reconoce la falta de atenci\u00f3n detallada a la banda sonora en su estudio sobre \u00abel cine intercultural, la corporeidad y los sentidos\u00bb, The Skin of Film, se\u00f1ala la dimensi\u00f3n h\u00e1ptica del sonido, se\u00f1alando el importante papel de \u00abla m\u00fasica, el habla, el sonido ambiente y el silencio\u00bb en dichas pel\u00edculas, y por \u00abla sensaci\u00f3n de experiencia encarnada que producen\u00bb. Marks reivindica la alineaci\u00f3n del cuerpo y los sentidos con las mujeres y el feminismo, no como una cualidad intr\u00ednsecamente femenina, sino como una \u00abestrategia que puede utilizarse para describir tradiciones visuales [y, yo sugerir\u00eda, ac\u00fasticas] alternativas\u00bb. Como modo de pr\u00e1ctica creativa y de recepci\u00f3n, el cine encarnado propone nuevas formas de conocimiento, reduciendo la distancia entre el perceptor y el objeto percibido; \u00abtiende menos a aislar y a centrarse en los objetos que a estar simplemente copresente con ellos\u00bb, lo que se corresponde con la noci\u00f3n de Trinh T. Minh-ha de \u00abhablar no sobre, sino cerca\u00bb de los objetos y los temas abordados en sus pel\u00edculas. El resultado es una reorientaci\u00f3n significativa del papel y la posici\u00f3n del espectador, cuya atenci\u00f3n y compromiso, en lugar de organizarse en torno a la identificaci\u00f3n con una o m\u00e1s figuras espec\u00edficas, es \u00abl\u00e1bil, capaz de moverse entre la identificaci\u00f3n y la inmersi\u00f3n\u00bb.<\/p>\n
Las pel\u00edculas de la directora argentina Lucrecia Martel, que surgen en un contexto cinematogr\u00e1fico alejado de los documentales interculturales de Marks y del cine cl\u00e1sico de Hollywood estudiado por Sjogren, proponen una meditaci\u00f3n sostenida sobre la naturaleza inmersiva del sonido cinematogr\u00e1fico. Junto con un estilo visual distintivo, marcado por primeros planos descentrados y fragmentados, y un rechazo a proporcionar al espectador un sentido claro de orientaci\u00f3n espacial o temporal, el sonido en las pel\u00edculas de Martel funciona para desestabilizar y subvertir las jerarqu\u00edas perceptivas y cinematogr\u00e1ficas tradicionales. Sus tres largometrajes, La ci\u00e9naga (2001), La ni\u00f1a santa (2004) y La mujer sin cabeza (2008), ambientados en la ciudad de Salta, en el noroeste de Argentina, presentan como escenario y tema los claustrof\u00f3bicos espacios dom\u00e9sticos de la clase media provincial dominada por mujeres y ni\u00f1os. En La ci\u00e9naga, la banda sonora de densos estruendos de truenos, zumbidos de insectos, chirridos de los muelles de la cama, tel\u00e9fonos que suenan y el zumbido de la televisi\u00f3n se hace eco del opresivo calor del verano al mismo tiempo que enmascara la falta de comunicaci\u00f3n genuina entre los miembros de la familia que se re\u00fanen en una casa de campo destartalada. En un v\u00eddeo-ensayo incluido en la edici\u00f3n en DVD de la pel\u00edcula de la colecci\u00f3n Criterion, Martel propone una conferencia-demostraci\u00f3n sobre las propiedades del sonido cinematogr\u00e1fico. Presentando \u00abLa pileta invertida\u00bb, la directora muestra un tanque de agua transparente inclinado de lado, su forma rectangular y su volumen son un an\u00e1logo de la sala de cine, el movimiento de las ondas una representaci\u00f3n visual de los efectos del sonido en el perceptor del cine. Dirigi\u00e9ndose a los espectadores, explica \u00ab\u00bfLo ven? El cine sonoro siempre ha sido tridimensional\u00bb mientras que el rect\u00e1ngulo plano que vemos en la pantalla \u00abes una ilusi\u00f3n… una ilusi\u00f3n \u00f3ptica… llamada perspectiva\u00bb. El sonido es otra cosa, ya que \u00abel espacio que ocupa el sonido es real y material, las ondas sonoras tocan al espectador\u00bb. Sin dejar de reconocer el artificio que supone la creaci\u00f3n de su universo cinematogr\u00e1fico, Martel subraya las continuidades entre la experiencia del cine y nuestra existencia en el mundo, en la implicaci\u00f3n mutua de cuerpos y subjetividades sumergidos en un \u00aboc\u00e9ano de aire\u00bb compartido.<\/p>\n
Sin duda, Martel no es la \u00fanica que explora la mayor expresividad del \u00e1mbito ac\u00fastico en el cine reciente, que ha sido posible gracias a la introducci\u00f3n de la tecnolog\u00eda Dolby multipista y su capacidad para (re)producir sonidos con su propia materialidad y densidad, presencia y sensualidad. Esta atenci\u00f3n a la capacidad de significaci\u00f3n ampliada de la banda sonora coincide con la aparici\u00f3n del campo interdisciplinar de los estudios del sonido, que ha reunido a estudiosos de las ciencias sociales, las humanidades y las ciencias experimentales junto con arquitectos, artistas y compositores. Al investigar las formas en que los paisajes sonoros condicionan y expresan diversas experiencias e identidades dentro y a trav\u00e9s de los per\u00edodos hist\u00f3ricos y las culturas, estos debates proporcionan un marco estimulante para los estudios en curso sobre el sonido y el g\u00e9nero.<\/p>\n
Revisor de hechos: Brian<\/p>\n
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<\/span>Recursos<\/span><\/h2>\n[rtbs name=\u00bbinformes-jur\u00eddicos-y-sectoriales\u00bb][rtbs name=\u00bbquieres-escribir-tu-libro\u00bb]<\/p>\n
<\/span>V\u00e9ase Tambi\u00e9n<\/span><\/h3>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"A lo largo del siglo XXI, las mujeres han hecho incre\u00edbles progresos hacia la autonom\u00eda y la igualdad en la sociedad de muchos pa\u00edses. Sin embargo, siguen estando infrarrepresentadas en la industria cinematogr\u00e1fica. Este texto, junto con otros de esta plataforma, sirve para examinar c\u00f3mo la representaci\u00f3n de las mujeres en la industria cinematogr\u00e1fica, desde los directores hasta las estrellas de las pel\u00edculas, ha influido en el \u00e9xito de las pel\u00edculas a lo largo de los a\u00f1os.<\/p>\n","protected":false},"author":105,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[15],"tags":[73],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/sectores.chamberly.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/3199"}],"collection":[{"href":"https:\/\/sectores.chamberly.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/sectores.chamberly.org\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/sectores.chamberly.org\/wp-json\/wp\/v2\/users\/105"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/sectores.chamberly.org\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=3199"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/sectores.chamberly.org\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/3199\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/sectores.chamberly.org\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=3199"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/sectores.chamberly.org\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=3199"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/sectores.chamberly.org\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=3199"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}