Sector de Fabricación de Maquinaria de Productos Alimenticios

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Sector: Fabricación de Maquinaria de Productos Alimenticios

Traducción al Inglés

Traductor: Fabricación de Maquinaria de Productos Alimenticios se traduce en inglés de la siguiente forma: Food Product Machinery Manufacturing.

Códigos de Clasificación Industrial de Fabricación de Maquinaria de Productos Alimenticios

Clasificación Industrial Estándar (Código SIC)

3556 (Véase una descripción del Código SIC)

Código NAICS (Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte)

333241 (Véase una descripción del Código Naic)

Descripción del Sector (Fabricación de Maquinaria de Productos Alimenticios)

Las empresas de esta industria fabrican maquinaria utilizada para procesar y producir alimentos y bebidas. Entre las principales empresas se encuentran Barry-Wehmiller, JBT Corporation, Key Technology, Paul Mueller, y SPX Flow (todas con sede en los EE.UU.), así como Alfa Laval (Suecia), Baker Perkins (Reino Unido), y GEA Group (Alemania).

Entorno Competitivo

La demanda está impulsada por el consumo de alimentos, que depende del crecimiento de la población y de las condiciones económicas. La rentabilidad de las empresas individuales depende de la eficiencia de las operaciones y de una comercialización eficaz. Las grandes empresas disfrutan de economías de escala en las compras y de la capacidad de ofrecer una amplia gama de productos, incluidos sistemas completos de maquinaria para la elaboración de alimentos. Las empresas pequeñas pueden competir ofreciendo productos especializados o de nicho. La industria de los Estados Unidos está concentrada: las 50 principales empresas representan alrededor del 70% de los ingresos de la industria.

Operaciones, Tecnología y Productos

Las principales categorías de productos incluyen la maquinaria utilizada para producir productos de panadería, productos lácteos, carnes, verduras, bebidas y aceites comestibles. Otros productos incluyen maquinaria de clasificación, limpieza y selección; equipos de pasteurización; y picadoras, molinos, mezcladoras y rebanadoras de alimentos.

Sector de Fabricación de Maquinaria de Productos Alimenticios y Otros en Suiza

La industria suiza de maquinaria comprende esencialmente los ámbitos y ramas enumerados en las secciones 29 a 35 de la Noga (Nomenclatura General de Actividades Económicas) de 2002. Incluye la fabricación de maquinaria y equipos (29), maquinaria de oficina, equipos informáticos y de procesamiento de datos (30), aparatos eléctricos de generación y distribución de electricidad y actividades similares (31), equipos de radio, televisión y comunicación (32), instrumentos médicos, de precisión y ópticos, incluidos los relojes (33), la industria del automóvil (34) y la fabricación de otros medios de transporte (35). Los sistemas de clasificación anteriores consideraban la relojería como una industria autónoma.

Esta lista muestra una gama muy variada de productos. Puede ampliarse aún más añadiendo algunos productos (máquinas de vapor) que se fabricaron en Suiza en el pasado. Dado el escaso peso de los sectores del automóvil y la electrónica de entretenimiento, la industria suiza de maquinaria está más centrada en los bienes de equipo que sus competidores extranjeros. La distinción con la metalurgia, especialmente las fundiciones de hierro y acero, no es clara. Muchas estadísticas mezclan ambos sectores. Los sindicatos patronales (ASM, VSM, ahora Swissmem) y obreros (FTMH, ahora Unia) reclutan a sus miembros en ambos sectores.

Véase acerca de la maquinaria textil.

La transición a la construcción de máquinas de todo tipo

En sus inicios, la industria de la maquinaria utilizaba tanto el metal como la madera, con la que se construían muchas de las piezas de los telares, las ruedas de molino y los sistemas de transmisión. A mediados del siglo XIX, la producción se centró en el hierro y el acero. Como la eficacia de las ruedas hidráulicas era cada vez más insuficiente, Escher Wyss y otras empresas empezaron a construir turbinas en las décadas de 1840 y 1850, tras muchos ensayos y errores. A partir de 1835, la fábrica de Zúrich construyó barcos de vapor para la navegación fluvial y lacustre (construcción naval) para liberarse de su dependencia de la industria textil, sujeta a fluctuaciones cíclicas. Antes de la llegada del ferrocarril, el elevado precio del carbón limitaba el número de máquinas de vapor en Suiza. Escher Wyss comenzó a ensamblar modelos ingleses en 1836, y produjo los suyos propios a partir de 1839, inicialmente para barcos. En la década de 1850, Sulzer Frères de Winterthur, una empresa cuyos orígenes no se remontan a la industria textil sino a las fundiciones, se convirtió en el líder del sector. Su gran fábrica de calderas, fundada en la década de 1840, también construía máquinas de vapor, entre ellas la primera con válvulas horizontales, que causó sensación en la Exposición Universal de París de 1867 y le permitió dar un salto decisivo. A partir de entonces, Suiza fue uno de los principales países productores de maquinaria.

La red ferroviaria suiza no se había completado hasta la década de 1850, por lo que la industria de maquinaria quedó rezagada en este sector (Ferrocarriles). La fábrica de vagones fundada en Neuhausen en 1853 (Schweizerische Industrie-Gesellschaft a partir de 1863) entregó sus primeros pedidos en vagones, dada la ausencia de ferrocarriles. Al principio, casi todas las locomotoras procedían del extranjero. Las construidas por los talleres de unas pocas empresas y, de 1856 a 1866, por Escher Wyss no eran competitivas. La Fábrica Suiza de Locomotoras y Máquinas, fundada en Winterthur en 1871, se desarrolló lentamente. En la década de 1890, sin embargo, logró satisfacer la demanda interna.

La fábrica de los hermanos Bühler en Uzwil empezó a construir molinos de cilindros de hierro fundido y otra maquinaria para la molienda de harina a mediados de la década de 1870. En 1885, las empresas de este sector exportaban casi tanto como los fabricantes de maquinaria textil.

Ampliación de la gama de productos

A finales del siglo XIX, se desarrollaron otros productos. Después de 1900, Brown Boveri & Cie (Asea Brown Boveri (ABB)) y Escher, Wyss & Cie construyeron turbinas de vapor para centrales eléctricas, pero también se exportaron para equipar barcos. Varias empresas se dedicaron a mejorar los motores de combustión y, una vez superados los obstáculos iniciales, alcanzaron un gran éxito, especialmente con los grandes motores diésel. Sulzer se convirtió en el principal proveedor de estos motores para la navegación oceánica. En los primeros tiempos del automóvil, los fabricantes suizos de vehículos de motor también obtuvieron buenos resultados. En la primera década del siglo XX se crearon varias fábricas pequeñas y, en Saurer, una división especializada que se dedicó rápidamente a la producción de camiones. Las exportaciones de esta rama crecieron hasta el final de la Primera Guerra Mundial.

La industria eléctrica, sin embargo, experimentó un auge más marcado. Desde la introducción del telégrafo en la década de 1850, producía las instalaciones y equipos necesarios para su funcionamiento. En 1865, el Taller Federal de Construcción Telegráfica fue privatizado y sucedido por Hasler (Ascom). Sin embargo, el sector de la corriente pesada pronto se convirtió en el más importante de la industria. En la década de 1880 ya había varias empresas activas en este sector, como Meuron & Cuénod en Ginebra, que se convirtió en Ateliers de Sécheron (Sécheron), R. Alioth & Cie en Basilea y Maschinenfabrik Oerlikon (MFO). En 1891, MFO y la Allgemeine Elektricitäts-Gesellschaft construyeron la primera línea de alta tensión de larga distancia entre Lauffen am Neckar y Fráncfort. Ese mismo año, dos ingenieros de MFO fundan Brown Boveri & Cie en Baden. A finales de siglo, la industria suiza de ingeniería mecánica era capaz de suministrar toda la gama de equipos eléctricos, desde turbinas y generadores hasta transformadores y tomas de corriente. El sector de la aparamenta, con empresas como Sprecher + Schuh, Therma, Landis & Gyr y Gardy, se desarrolló paralelamente, asegurando el rápido éxito de la nueva energía.

Durante mucho tiempo, los fabricantes suizos de maquinaria copiaron sin escrúpulos modelos extranjeros y lucharon contra la legislación de patentes. La especialización surgida en la década de 1870 les llevó a realizar inventos dignos de protección, de modo que las empresas más innovadoras aprobaron la inclusión de esta protección en la Constitución (1887) y la posterior ley de patentes de invención (1888).

Con el cambio de siglo, la industria de maquinaria experimentó una vigorosa expansión, que se reflejó en las estadísticas de empleo y comercio exterior. En 1900, sin embargo, sólo empleaba a 35.000 personas, muy por detrás de las industrias textil y de la confección, de la construcción e incluso de la relojería, la alimentación y la madera. Se concentraba en la Suiza oriental. Otros centros se situaban en torno a Basilea, Berna, Soleura y Lucerna, estos dos últimos en parte debido a la presencia de fundiciones. En la Suiza francófona, Ginebra y Val-de-Travers, donde la empresa familiar Dubied construía máquinas de tejer, figuraban entre los emplazamientos más importantes. Alrededor de un tercio de la producción se exportaba (Economía de exportación). Sin embargo, en comparación con otras industrias (textil, o incluso relojera y alimentaria), los ingresos de exportación seguían siendo modestos. La maquinaria textil encabeza las ventas al extranjero (24%), seguida de los equipos dinamoeléctricos (22%), las turbinas de vapor (13%), los equipos de molinería (10%), la maquinaria hidráulica (9%), los automóviles y camiones (7%) y los motores de combustión interna (6%).

Convertirse en una industria líder

La Primera Guerra Mundial dio un nuevo impulso a la industria de maquinaria. El valor de las importaciones se redujo a más de la mitad en términos reales, mientras que el de las exportaciones aumentó ligeramente. Los sectores del automóvil y de la máquina-herramienta obtuvieron excelentes resultados. Antes de la guerra, este último sector estaba muy por detrás de sus competidores alemanes y estadounidenses y sólo representaba el 2% de las exportaciones. Hasta 1916, el valor real de sus ventas al extranjero aumentó casi un 1500%, para luego retroceder ligeramente. La demanda de maquinaria metalúrgica procedía principalmente de las fábricas de armamento. Las exportaciones de material bélico alcanzaron su punto álgido en 1916. En aquel momento, representaban el 10% de todas las ventas al extranjero. Pero una gran parte de ellas correspondía a los sectores de la relojería y la metalurgia, no a la industria de maquinaria. En el periodo de entreguerras, los fabricantes de máquinas-herramienta fueron incapaces de mantener su alto nivel de exportaciones, que cayeron al cuarto puesto por detrás de la maquinaria textil, las dinamos y los motores de combustión interna. A medida que disminuía el bordado, también lo hacía la fabricación de telares. Como fabricante líder en este sector, Saurer reaccionó reforzando aún más su departamento de construcción de camiones. Junto con Berna en Olten y Franz Brozincevic & Cie (FBW) en Wetzikon, la empresa dominó este mercado durante décadas, sobre todo gracias a los pedidos del ejército. La industria automovilística (vehículos ligeros) se hundió en los años veinte bajo la presión de la competencia extranjera. En 1921, el traslado de la producción de la fábrica Dornier de Friedrichshafen al cantón de San Gall dio origen a la industria aeronáutica (Flug- und Fahrzeugwerke Altenrhein (FFA)). Durante mucho tiempo, la producción de armas se limitó prácticamente a la de las Fábricas Federales de Armamento, y los constructores de maquinaria sólo atendían ocasionalmente pedidos ad hoc. En los años veinte, la transferencia de tecnología alemana dio lugar a la creación de fábricas de armas (Oerlikon-Bührle, producción y comercio de armas). La industria eléctrica, que también producía lámparas, calefactores, cámaras frigoríficas y contadores, se benefició de un mercado en auge gracias a la rápida expansión de las redes domésticas y al aumento de su uso en fábricas y ferrocarriles. La creciente complejidad de los requisitos llevó a las grandes fábricas a crear departamentos de investigación independientes, aunque modestos al principio.

La industria de maquinaria, que se vio duramente afectada por la crisis económica después de 1929, aunque en menor medida que otros sectores, se convirtió así en el primer sector exportador de Suiza antes de la Segunda Guerra Mundial. Al menos dos tercios de toda su producción se vendía en el extranjero. El número de sus empleados también superó al de la industria textil y de la confección en la década de 1930, sólo superado por la construcción.

Expansión y retrocesos

En términos reales, las exportaciones de la industria de la maquinaria disminuyeron una media del 15% durante la Segunda Guerra Mundial en comparación con los años de auge de 1928-1930, aunque seguían siendo un 25% superiores a las de los años de crisis de 1931-1938. Las máquinas-herramienta siguieron a la cabeza, creciendo a un ritmo mucho más lento que durante la Primera Guerra Mundial. En 1940-1944, el material bélico (armas, municiones, detonadores, óptica de uso militar, incluida la parte considerable de relojes y metales) representó más del 14% de las exportaciones totales. La industria de maquinaria se preparaba para su reconversión de posguerra a más tardar a principios de 1943. La política crediticia de Suiza, en particular, le permitió exportar en masa para la reconstrucción de Europa. En los años cincuenta, la industria de maquinaria empleaba a más personas que la construcción y siguió siendo el mayor empleador del sector secundario hasta los años ochenta. Sin embargo, la escasez de mano de obra frenó el crecimiento de la producción en los años sesenta. Aumentó la proporción de trabajadores extranjeros y de mujeres, que había sido limitada hasta la Segunda Guerra Mundial. Durante mucho tiempo, sin embargo, la industria de maquinaria siguió considerándose un bastión de trabajadores suizos cualificados, una imagen que reflejó políticamente la FTMH. Pero, al menos en lo que respecta a los salarios, en el siglo XX no hubo diferencias significativas con respecto a la media del sector secundario en su conjunto. Desde la crisis de los años 70, los trabajadores de esta industria han ido perdiendo progresivamente su estatus especial.

En 1965, 213 fábricas de maquinaria, la mayoría grandes, empleaban a más de 6.100 científicos y técnicos sólo en investigación y desarrollo. Las empresas más pequeñas, de las que había más de 3.900, no podían permitirse tales gastos. La ingeniería mecánica era el sector que más investigadores empleaba, después -pero muy por detrás- del químico. Sin embargo, a partir de los años sesenta empezaron a surgir problemas estructurales. Tras décadas en las que las exportaciones superaban con creces a las importaciones, la proporción empezó a invertirse, inicialmente en el sector del automóvil. La supresión de las barreras aduaneras también abrió el mercado nacional a la competencia extranjera. El sector de los vehículos industriales se vio especialmente afectado. Saurer/Berna y FBW sobrevivieron temporalmente gracias a los pedidos del ejército. Daimler-Benz las adquirió, parcial (en 1982) y totalmente (en 1990), lo que puso fin a la industria automovilística suiza. Varias empresas intentaron reforzar su posición mediante fusiones. Sulzer, por ejemplo, absorbió Fabrique Suisse de locomotives et de machines (1961), Escher Wyss (en dos etapas, 1966 y 1969) y Fabrique de machines Burckhardt (1969), Brown Boveri se fusionó con MFO (1967) y Sécheron (1969).

Desde los años 70, la industria de la maquinaria es estructuralmente frágil. Se vio especialmente afectada por las crisis de 1974-1975, 1982-1983 y 1991-1993, y la apreciación masiva del franco suizo no ayudó a su desarrollo. Su participación tardía en la microelectrónica también la penalizó. Era fuerte en gamas de productos que sólo registraban un crecimiento moderado, y débil en sectores dinámicos como la informática y las máquinas de oficina. En 1969, todo lo que quedaba de las principales empresas (Brown Boveri, Sulzer y Oerlikon-Bührle) eran restos de naufragios con grandes dificultades. Pero la industria de la maquinaria no se compone sólo de grandes empresas (más de 500 empleados). Hoy en día, un tercio de sus empleados trabajan en unidades pequeñas (de 20 a 100 empleados) o medianas (de 100 a 150).

En el siglo XX, la industria suiza de maquinaria estaba orientada principalmente a la exportación. En la década de 1980, vendía casi tres cuartas partes de su producción al extranjero, mucho más que sus competidores (Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia). Desde finales del siglo XIX, Alemania, Francia y, en menor medida, Italia han sido sus principales clientes, a los que se unió Estados Unidos en la segunda mitad del siglo XX. Su cuota en el mercado mundial ha disminuido considerablemente desde los años de auge de las décadas de 1950 y 1960. En los años 90, se situaba entre el 2% y el 3%, lo que situaba a Suiza entre la séptima y la décima posición entre los productores mundiales. En el año 2000, la industria de maquinaria seguía manteniendo una posición relativamente estable en el mercado internacional en sus sectores tradicionales de maquinaria para la transformación del papel, maquinaria textil y máquinas-herramienta.

Revisor de hechos: Helve

Los Aspectos Jurídicos de la Industria de: Fabricación de Maquinaria de Productos Alimenticios

Los aspectos jurídicos sobre fabricación de maquinaria de productos alimenticios hacen referencia a las normas que rigen las operaciones de las empresas de esta industria. Estas normas pueden incluir una amplia gama de temas jurídicos, desde las leyes laborales hasta las preocupaciones medioambientales, los contratos, las relaciones laborales y las normas de seguridad de los trabajadores (en fabricación de maquinaria de productos alimenticios y en otras industrias). Los sectores económicos varían mucho y las políticas empresariales de cada ámbito empresarial son tan únicas como la empresa a la que se refieren. Esta referencia compacta ofrece una visión general de la propiedad intelectual, los contratos, la publicidad, la planificación patrimonial y las cuestiones globales y regulatorias que contribuyen al campo del derecho sobre este sector (fabricación de maquinaria de productos alimenticios).

Los Riesgos y Desafíos de la Industria de: Fabricación de Maquinaria de Productos Alimenticios

El texto adopta un enfoque aplicado al estudio del derecho que afecta al sector (Fabricación de Maquinaria de Productos Alimenticios), teniendo especialmente en cuenta el cumplimiento y la prevención. Sitúa las controversias internacionales que afectan a fabricación de maquinaria de productos alimenticios en un contexto mundial, proporcionando una amplia cobertura de los riesgos y la problemática aplicable a este sector (fabricación de maquinaria de productos alimenticios).

Empleo y Asuntos Laborales en Fabricación de Maquinaria de Productos Alimenticios

Las normas laborales son relevantes para cualquier organización, y las empresas de la industria sobre fabricación de maquinaria de productos alimenticios no son una excepción. De hecho, en términos generales, la industrialización no sólo condujo a las comodidades modernas de nuestra era tecnológica, sino también al surgimiento de sindicatos organizados. El empleo y las cuestiones laborales en algunos subsectores de las empresas de esta industria (fabricación de maquinaria de productos alimenticios) son, en varios casos, particularmente importantes, dada la naturaleza a menudo más peligrosa del trabajo.

Accidentes Industriales en Fabricación de Maquinaria de Productos Alimenticios

Otra importante esfera de interés para las normas que regulan la actividad de esta industria son los accidentes. Los lugares de trabajo empresariales varían mucho según el sector y el desarrollo de la actividad de cada empresa. Los accidentes industriales comunes en este sector (fabricación de maquinaria de productos alimenticios), como en muchos otros, incluyen accidentes con caída de objetos, resbalones, tropiezos y caídas, y posibles lesiones con maquinaria o equipo. Las lesiones por accidentes industriales, en general, suelen ser más graves que otras lesiones en el lugar de trabajo, dada la naturaleza del trabajo. Como resultado, las normas sobre lesiones personales son una de las principales áreas del derecho relacionadas con las normas industriales que rigen la actividad de las empresas de este ámbito (fabricación de maquinaria de productos alimenticios) y otros.

Las Condiciones de Seguridad en el Trabajo en Fabricación de Maquinaria de Productos Alimenticios

En el derecho comparado, la mayoría de países cuentan con un organismo encargado de supervisar las condiciones de seguridad en el lugar de trabajo, incluido las actividades laborales en este sector industrial (fabricación de maquinaria de productos alimenticios). Entre los problemas comunes, en función de los países y el tamaño de las empresas, se incluyen los peligros de comunicación, la falta de protección, el diseño eléctrico deficiente, y el uso inadecuado o sin licencia de ciertos activos empresariales.

Otras Áreas del Derecho que Afectan este Sector (Fabricación de Maquinaria de Productos Alimenticios)

Como en cualquier industria, hay muchas otras áreas de preocupación legal para los que están en el sector de fabricación de maquinaria de productos alimenticios. Estas pueden incluir la contratación laboral y empresarial, cuestiones inmobiliarias, transporte y distribución, preocupaciones medioambientales y muchas otras. Este texto proporciona un análisis sistemático del derecho y la práctica de las normas y la regulación que afecta a Fabricación de Maquinaria de Productos Alimenticios.

Segmentación Geográfica de Fabricación de Maquinaria de Productos Alimenticios

Recursos

Véase También

• Esquema de la Tecnología de las Principales Industrias
• Estudios Económicos Sectoriales
• Fabricación de Maquinaria de Productos Alimenticios
• Sector Primario
• Sector Secundario
• Sector Terciario